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Ethan Mollick, profesor en la Universidad de Pensilvania, analiza cómo la inteligencia artificial puede ser una herramienta poderosa si la usamos estratégicamente. En su nuevo libro, ofrece consejos sobre cómo aprovecharla mejor, pero advierte que quienes la usen como una "muleta" podrían perder habilidades fundamentales. ¿Qué otros desafíos plantea la IA? 

¿Qué pasa cuando dependemos de la IA?

La inteligencia artificial está revolucionando la manera en que trabajamos y aprendemos. Sin embargo, Mollick advierte que hay una diferencia crucial entre usar la IA como una herramienta para potenciar nuestras capacidades o depender de ella como una muleta. Cuando los estudiantes se apoyan demasiado en la IA, según el experto, pierden la oportunidad de aprender por sí mismos, ya que dejan de cuestionar y pensar de manera crítica.

Es un hecho que, como sociedad, hemos adoptado atajos tecnológicos desde hace tiempo. Calculadoras, procesadores de texto y grabadoras han facilitado nuestras vidas. Pero, tal como señala Mollick, debemos ser estratégicos en cómo usamos estas tecnologías, especialmente la IA, para no perder habilidades esenciales. Al igual que con el uso excesivo de las redes sociales, la IA tiene el potencial de cambiar el modo en que interactuamos con el mundo y nuestras responsabilidades.

El riesgo de no entender cómo funciona la IA

Mollick subraya que muchos usuarios no invierten el tiempo necesario para entender a fondo la inteligencia artificial. Según su consejo, lo ideal sería dedicar al menos 10 horas a interactuar con estas herramientas para aprender cómo aplicarlas en el día a día. El riesgo de no hacerlo, señala, es depender de la IA sin comprender completamente su potencial y limitaciones.

Uno de los mayores retos que plantea la IA, según Mollick, es cómo influirá en las decisiones morales y éticas. Así como en el pasado no tomamos suficientes precauciones con el auge de las redes sociales, es crucial que, en esta nueva era, seamos más reflexivos en cómo y cuándo utilizamos la IA, especialmente en aspectos que involucran valores humanos, como la crianza de los hijos o la toma de decisiones laborales.

¿El futuro del trabajo y la IA?

Mollick destaca que los mejores profesionales del futuro serán aquellos que sepan integrar la IA en sus actividades de manera eficiente. Aunque algunos sientan temor de ser reemplazados por esta tecnología, el experto asegura que, al menos en las próximas generaciones, la IA será una herramienta que nos ayudará a hacer mejor nuestro trabajo, no una amenaza directa a nuestras carreras. Sin embargo, advierte que esperar demasiado tiempo para aprender a usarla podría ser un error.

La IA está aquí para quedarse, y aunque puede parecer abrumadora, si aprendemos a usarla bien, puede convertirse en una aliada poderosa. Pero, como Mollick recuerda, es esencial que no dependamos ciegamente de ella. Entender cómo y cuándo usarla nos permitirá adaptarnos a este cambio tecnológico sin perder nuestras capacidades fundamentales.

Fuente: adslzone

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