Si algo caracteriza a Firefox es el hecho de ser un navegador web alternativo a Edge y Chrome centrado, sobre todo, en la privacidad. Mozilla siempre ha defendido que los usuarios de su navegador puedan conectarse a Internet sin tener que vender sus datos a las grandes empresas que controlan las redes, y en cierto modo lo ha logrado. Sin embargo, esta compañía acaba de activar una función en su navegador web que, sin duda, va a dar mucho de qué hablar en este sentido. Y no ha sentado nada bien.
Cuando un anunciante decide poner publicidad en una web, en cierto modo, quiere tener un seguimiento de esta publicidad, como cuántas veces se imprime en pantalla o si la inversión le ha generado algún beneficio. Es aquí donde entran en juego los rastreadores, unos pequeños programas que se encargan de analizar a los usuarios (ubicación, dispositivo, identificador, etc) y qué hacen tras ver el anuncio (seguir el enlace, comprar el artículo, buscar alternativas, etc) para poder seguir afinando la campaña publicitaria.
Los pequeños programas que se encargan de este seguimiento son las famosas cookies. Sin embargo, de sobra sabemos que hacen mucho más que eso, y que a menudo suponen un problema para la privacidad de los usuarios. Además, Google está ya ultimando su alternativa basada en cohortes, por lo que tarde o temprano las cookies web van a ser historia.
Mozilla no quiere quedarse atrás y que su navegador cause problemas ni a los usuarios ni a los anunciantes. Y, por ello, acaba de lanzar su propia función alternativa, aunque está repleta de polémica.
Así es la nueva función de medición de anuncios de Firefox
Junto con el lanzamiento de Firefox 128, Mozilla ha incluido una nueva función llamada «Privacy-preserving attribution«, la cual, además, viene activada por defecto en todos los usuarios. Aunque está en fase experimental, ya ha empezado a funcionar en los ordenadores de los usuarios, y no son pocos los que aseguran que va a suponer un grave riesgo para la privacidad.
A grandes rasgos, lo que hace esta función es que, en vez de ser la propia cookie quien controle y rastree al usuario, es Mozilla quien actúa de intermediario. Esto quiere decir que, cuando una página pide hacer seguimiento de una campaña publicitaria, es el propio navegador quien genera un informe sobre las visualizaciones y la interacción, y lo envía a Mozilla. Mozilla, por su parte, sube los datos mediante un protocolo de agregación distribuida (DAP) a un «servicio de agregación» facilitado por el propio anunciante.
Este servicio de agregación lo que hace es combinar muchos informes similares en uno solo, y es a lo que puede acceder el anunciante. De esta forma, al combinar los informes, se introduce «ruido» en los resultados para que pueda existir la «privacidad diferencial» adecuada para los usuarios, al mismo tiempo que no se perjudique a las empresas ni los anunciantes.
Desactivar esta función
Mozilla la acaba de activar en Firefox 128, y no han tardado en aparecer las primeras críticas. A los usuarios no les ha gustado esta alternativa, ya que, aunque es cierto que el anunciante no tiene acceso directo a la información, implica que Mozilla sí recopilará muchos datos de los usuarios, algo que hasta ahora no hacía. Y esos datos son demasiado valiosos como para dejarlos escapar.
Aunque Firefox 128 trae activada por defecto esta función, se puede desactivar muy fácilmente. Para ello, lo que tenemos que hacer es clic sobre el botón de menú, y allí entrar en la sección «Ajustes». Dentro del panel de «Privacidad y seguridad» buscaremos el apartado «Preferencias de publicidad en sitios web«.
Desactivamos dicha opción, reiniciamos el navegador, y listo. Ahora Firefox funcionará, a términos de publicidad, como lo ha hecho siempre. Y tendremos la posibilidad de bloquearlo a mano con extensiones de privacidad para Firefox, y otras configuraciones, dejando a Mozilla fuera de la ecuación como ha estado siempre.