Las malas lenguas siempre dijeron que GNU/Linux es un sistema operativo más atrasado que Windows y OSX cuando eso es una miserable mentira. GNU/Linux siempre ha ido un paso delante de los otros sistemas operativos en innovación. De hecho apareció en escena una aplicación llamada Compiz que era la envidia de los grandes. Miles de internautas, sobre todo en EEUU grababan vídeos de su escritorio con GNU/Linux y Compiz, lo que hizo que esta aplicación se extendiera como la pólvora.
Compiz llevaba la composición de escritorio a las ventanas de las distribuciones GNU/Linux, lo que permitía obtener efectos gráficos sofisticados poco prácticos pero con un entorno visual impresionante. Aunque Compiz apareció hace muchos años, fue una revolución y de hecho aún existe para algunas distros. Para obtener el máximo beneficio, se instalaba el Administrador de Configuración de Compiz, dando acceso a toda la gama de configuraciones, siempre y cuando el hardware y controlador de gráficos lo soportaran porque precisaba de aceleración gráfica. Las opciones de accesibilidad incluían una lupa, un potenciador de la visibilidad del ratón, lámpara mágica, hojas que parecían volar, ventanas tambaleantes, escritorio en forma de cubo 3D, control de los colores, opacidad y mucho más.
La vista previa de ventana se mostraba de forma emergente para cada aplicación de la barra de tareas. Entre otros efectos, se podía ver el escritorio con efecto de lluvia, con un cubo con una rueda dentada en movimiento en el interior.
Además, a Compiz se le podía añadir el gestor de ventanas Beryl, que más tarde se llamó Emerald. Emerald era una maravilla. Habían decenas de temas para elegir, desde ventanas sencillas, simples, como multicolor, con diseños sofisticados.
Sin embargo, no todos los escritorios soportan/soportaban los efectos de Compiz+Emerald. Por ejemplo, es imposible instalarlos en Pantheon y en Cinnamon, pero funcionaba y sigue funcionando de maravilla con Plasma, GNOME, Mate y XFCE.
En definitiva, Compiz, aún existe, pero ya está prácticamente en desuso. Aunque realmente no era algo práctico, sí es verdad que demostraba una enorme belleza y una sofistificación de la que GNU/Linux siempre hizo gala.
Fuente: maslinux