Mucha gente ignora que el software de máquinas virtuales x86-amd64 más usado en el mundo, VirtualBox, es software libre. Pero algunas extensiones que se le agregan no lo son. Más exactamente, Oracle dice lo siguiente:
“El paquete base VirtualBox contiene el código fuente completo de VirtualBox y los binarios de la plataforma y está licenciado bajo la GNU General Public License, versión 2. Puedes distribuir y modificar el paquete base, siempre y cuando distribuyas todas las modificaciones bajo la GPLv2 también“.
Aclarado esto, decir que VirtualBox fue creado primeramente por la empresa alemana Innotek bajo una licencia privativa hasta el año 2008 que fue absorbido por Sun Microsystems y más tarde por Oracle, que sigue siendo su desarrollador y propietario.
VirtualBox es una aplicación de virtualización de código libre que puede ser todo lo que necesitas para ejecutar sistemas operativos como Windows, GNU/Linux, BDS y macOS. VirtualBox de Oracle ofrece quizás menos ventajas automatizadas que otras ofertas, utiliza menús menos elegantes y carece de las mismas prestaciones de integración. Dicho esto, esta utilidad gratuita compensa estas deficiencias con un rendimiento rápido, acceso a una amplia biblioteca de terceros de sistemas emulados para VirtualBox prediseñados y toda la flexibilidad que los usuarios avanzados puedan desear.
Al igual que VMware Fusion, VirtualBox es multiplataforma, y es compatible con casi cualquier sistema emulado basado en Intel que desees, incluidos los antiguos como DOS y OS/2. Como se mencionó anteriormente, es libre y gratuito de usar. En comparación, una licencia para Parallels Desktop cuesta 79,99 $ al año.
Al igual que otras aplicaciones de virtualización, VirtualBox te permite ejecutar uno o más sistemas invitados desde el menú VirtualBox Manager. Puedes ejecutar un equipo invitado en una ventana, de forma que aparezca un escritorio completo de Windows en una ventana de tu GNU/Linux, casi como si tu sistema fuera un verdadero equipo con Windows. Alternativamente, puedes ejecutar una sola aplicación de Windows en lo que VirtualBox llama el modo Seamless. En este modo, el escritorio de Windows se vuelve invisible y esa única aplicación de Windows vive en su propio marco.
Al menos, esta es la forma en que VirtualBox está diseñado para funcionar y cómo funciona con las versiones anteriores en las versiones de GNU/Linux que he probado.
Puedes comenzar con VirtualBox descargando cualquiera de las docenas de sistemas invitados en y de GNU/Linux y otros UNIX preconstruidos desde el sitio de OSBoxes. Si deseas ejecutar Windows en VirtualBox, el método más seguro es instalar Windows desde una imagen de disco del instalador que puedes descargar desde Microsoft. A diferencia de Parallels o VMware, VirtualBox no instala Windows automáticamente si dispones de un código de activación. En su lugar, debes seguir el mismo procedimiento de instalación manual que en un sistema de hardware real.
Es posible ejecutar macOS emulado en VirtualBox, pero no es fácil y tendrás que buscar en la web para obtener instrucciones detalladas.
Es impresionante el rendimiento de VirtualBox. Sólo necesitas 35 segundos para arrancar un sistema Windows 10 emulado, y algo menos, sistemas como Ubuntu. También es impresionante el buen funcionamiento de VirtualBox con un sistema FreeBSD. Es sencillo cambiar instantáneamente entre los tres modos de visualización de VirtualBox: a pantalla completa, con ventanas (a lo que VirtualBox llama “modo escalado”), y modo de ventana de aplicación única (a lo que VirtualBox llama “modo ajustado”).
VirtualBox ofrece un control más preciso sobre la compartición bidireccional que sus rivales comerciales. En todas estas aplicaciones de virtualización, puedes desactivar el uso compartido del portapapeles y arrastrar y soltar, pero sólo VirtualBox te permite configurar las funciones de portapapeles o arrastrar y soltar para que funcionen en un solo sentido, ya sea desde el host al invitado o viceversa. Esto puede mejorar la seguridad si experimentas con software potencialmente dañino en el huésped, pero deseas poder importar archivos u otros elementos del sistema host.
Cuando quieras experimentar con varias configuraciones, VirtualBox puede ayudarte con su función de instantáneas. Esto te permite guardar el estado actual de tu máquina virtual para que puedas restaurarla cuando necesites revertir los cambios que hayas realizado.
Aunque a menudo resulte difícil de usar, VirtualBox es una aplicación impresionante que comparte suficientes características con sus rivales comerciales, y eso es más que valer la pena considerarla, especialmente en entornos conscientes de la seguridad que insisten en el software de código abierto en lugar de las aplicaciones propietarias. Si deseas ejecutar las últimas aplicaciones de Windows o probar nuevas distros GNU/Linux, VirtualBox es una opción excelente.
Yo diría que VirtualBox es fácil de usar incluso por principiantes. El punto negativo es que pertenece a Oracle. Personalmente aconsejo a los usuarios de GNU/Linux que vayan mejor con Qemu/KVM.
Fuente: maslinux
