Los desarrolladores de software libre comen, y seamos francos, ganan muy poco dinero.
Patreon vino como una ayuda, pero no es el salvaguarda del tiempo que pierden trabajando para algo que el 99% de los casos es gratis.
Así llevamos 30 años, bueno, llevan, porque yo no soy desarrollador. Todos hacemos uso de las distribuciones GNU/Linux, de Firefox, de Apache, de Thunderbird, de las aplicaciones para descargar torrents, de miles de programas que lo hacen sin recibir casi nunca nada a cambio.
Dar, podemos dar las gracias y creo que debemos estar agradecidos siempre a ellos. Los desarrolladores, en una rama tan explotada y poco reconocida económicamente como el ingeniero informático merecen algo más que las gracias. Merecen ganar un sueldo digno por su trabajo.
Actualmente hay algunos informáticos -pocos- que reciben un sueldo por administraciones públicas por su trabajo con el software libre. También los hay quienes trabajan para empresas privadas pero pocas desarrollan software libre. Y como decía, Patreon no es ni mucho menos la solución para todos aquellos que ni trabajan para una administración pública ni para una empresa privada. Entonces se nos vienen algunas preguntas, ¿cómo podrían ganarse la vida? ¿hay otras opciones?
En la actualidad hay algunas opciones, sí, pero pecan de algunos problemas. Por ejemplo, un desarrollador puede trabajar en un nuevo programa y licenciarlo con la versión privativa de las librerías QT. He aquí el primer problema: Ya no sería software libre. Por si alguno no lo sabe, el kit de bibliotecas de QT, el mismo con el que se hace KDE Plasma, tiene doble licencia. Un licencia es libre y es precisamente, por ejemplo, con la que se construye todo el entorno Plasma. Pero hay otra licencia que es privativa, es decir, ese programador puede licenciar su trabajo hecho con QT de manera que no se pueda copiar su código, previo pago, claro, de una cantidad de dinero a los propietarios de QT.
Otra opción es crear un programa libre, pero no gratis, y cobrar por él. Estás en todo tu derecho, pero nos damos de lleno con otro posible problema: Al ser software libre, cualquiera puede copiarlo y servirlo gratis y en bandeja.. ¿por qué? Porque es legal.
Hay más posibilidades para sacar dinero por el trabajo, por ejemplo, en una distribución GNU/Linux. ¿Cual? Desgraciadamente es una costumbre que se está extendiendo y es, patrocinar programas privativos. Aparte de una aberración, es un subterfugio al cual acuden muchos. Si en mi distribución implemento Chrome, Vivaldi, MS Office, Skype, Yahoo como motor de búsqueda de internet, es dinero para el bolsillo. Y ese no es el camino. No es el camino porque una distribución GNU/Linux se supone que es software libre y meterle bazofia privativa clama al cielo. Es tirar mierda en nuestra casa. El software privativo debe de ser a última instancia y siempre, opcional, jamás debe de venir por defecto en una distribución GNU/Linux.
Pero esa es la desesperación de los desarrolladores que quieren y deben cobrar por su trabajo, es decir, acuden a cosas que no deberían de hacer.
Otro problema que nos encontramos y no solemos hablar de ello por lo delicado que es, es que si los programadores de software libre no tienen un sueldo, es posible que no se involucren demasiado. Si no tienen su premio, no hay ánimo para trabajar. Si no hay ánimo para trabajar, no hay software o éste posiblemente no sea competente ni tenga demasiada calidad. Ojo, que en absoluto estoy diciendo que el software libre no sea de calidad, que la hay y mucha, pero sin incentivo, el futuro no es muy prometedor.
¿Que tal una nueva licencia? Vamos a ponerle el nombre ficticio de XPL. Una licencia de software libre de pago. Me explico, imaginad que creo un navegador web que es la una maravilla, rápido como ninguno, poco demandante de recursos y seguro. Lo licencio como XPL y sus fuentes son abiertas, quien quiera puede modificarlo y copiarlo, PERO .. debes de pagar al que creó ese programa. Y ese programa vale dinero. No pongan mala cara, si vamos al supermercado, nadie nos da la comida gratis. Y si vamos al bar o a la zapatería no nos regalan nada. Quien ha creado ese navegador está en su perfectísimo derecho a cobrar por lo que hace, y encima deja abierto el código para que se vea y para que, si quieres copiarlo y mejorarlo, le des lo que le pertenece al que lo creó.
Que la trampa estaría ahí, sí. Cualquiera que compre el navegador puede crear otro y ofrecerlo gratuitamente. Como dice el dicho, “el que hizo la ley, hizo la trampa”. Sin embargo, ese programador puede ganar mucho dinero con su producto.
Lo se, esta idea levantaría muchas ampollas en la comunidad del software libre, pero si no se hace algo, no hay mucho futuro.
Fuente: maslinux
