Free-es-libre

Una de las cosas que nos diferencia del mundo de Windows es que para descargarte un sistema operativo no necesitas una licencia para activar el sistema, ni pagar dinero por él, ni tienes que buscar un crack por internet para usar el SO, ni dirigirte a páginas piratas para descargarte el ISO.

GNU/Linux es free por partida doble, es decir, es libre y gratuito, aglutina los dos conceptos de la palabra inglesa free.

Se puede generalizar y decir que las distros GNU/Linux son gratuitas pero es posible que os encontréis con alguna que sea de pago, pero es una excepción, y algo bastante raro. Red Hat es una de ellas, porque puedes descargar la imagen ISO una vez que contrates sus servicios y soporte. Linspire y Suse Linux Enterprise son otras de pago. Se tratan de distribuciones comerciales y en el caso de Red Hat, tiene beneficios millonarios. Eso es precisamente lo que justifica la adquisición de Red Hat por parte de IBM.

La razón de este artículo de hoy es porque hace pocos días, un lector reprochaba que un desarrollador cobrase por su trabajo, que era crear una distro basada en Debian dotándola de ciertas peculiaridades, añadidos y personalizaciones. Hablo precisamente de Elive, pero no es la única, pues hay una decenas de distribuciones GNU/Linux que usan método de pago mediante Patreon, es decir, aportaciones voluntarias, un modelo de negocio que se está haciendo muy popular, sobre todo dentro del software libre. Pareciese que si trabajas en distros GNU/Linux y creas programas libres estás condenado a morir de hambre.

Quiero pensar que la mayoría de los usuarios trabajamos con GNU/Linux porque es libre y no porque es gratis. Porque podemos personalizarlo, configurar y adaptarlo a nuestras necesidades. Además de ellos tenemos más de 500 sabores que elegir. Tened en cuenta de que el “gratis” no es la verdadera razón del uso de GNU/Linux porque recuerdo, Windows no es gratis, pero bueno, como si lo fuera, y ya saben de lo que hablo. Lo que pasa es que Windows y GNU/Linux son tan ´parecidos´ que son lo mismo a la inversa. Si dentro de Windows, el software privativo ronda el 99 % de los programas, en GNU/Linux ese porcentaje es el libre.

El mundo del software cerrado no tiene problemas para rentabilizar un producto y tener la seguridad de que ese producto no podrá ser copiado ni compartido por medio de una patente de software. Pero dentro del software libre esto se complica mucho. La inmensa mayoría de las licencias libres son GNU-GPL y si, por ejemplo, desarrollas una aplicación para trabajar con una webcam y la liberas bajo la GPL, has de saber que estás obligado a abrir el código para que sea visible y a la vez, debes ser consciente que alguien puede tomar ese código para crear otra aplicación similar, y éste último también debe de publicar los cambios que ha hecho. Esto, como imaginarás, no es un incentivo para que un desarrollador pierda su tiempo en algo que de antemano sabe, le pueden copiar su trabajo. Aunque la licencia GNU-GPL asegura que quienquiera que sea no puede cerrar un código abierto, no tiene un especial y potencial atractivo económico. Digamos, que, para que todos lo entendamos de otra forma, un desarrollador crea programas libres, abiertos, por voluntariedad. Es sabedor que no va a tener beneficios económicos. ¿O sí?

Patreon viene al auxilio de estos casos. Simplemente se implementa en una página web de descargas de una determinada distribución o programa un espacio para que el lector/visitante haga una donación voluntaria. Y cuanto mejor sea el producto, es muy probable que el creador obtenga mejores beneficios. Esto trae una brisa de aire fresco a esas personas que crean software libre, es un incentivo.

Quiero resaltar la grandeza de esas personas que crean programas libres siendo sabedores que no recibirán aportes económicos, o en el caso que los tenga, sean escasos. En verdad son gente que conservan la fuerza inicial primigenia cuando se creó la primera distribución GNU/Linux, gratuita y libre. Sí, he llamado al espíritu del software libre y GNU/Linux como fuerza, emulando a la Guerra de las Galaxias porque me lo recuerda mucho. Se trata de un bien que compartimos mucho, la libertad, lo abierto. No hace falta decir quien es el Imperio y el Lado Oscuro.

El software puede ser libre pero no significa forzosamente que sea gratis. Estamos acostumbrados a que estas buenas almas desarrollen para nosotros programas que aparte de libres, son gratis. Tanto es así que si alguien produce un software que pretende cobrar por él, siendo libre, algunos se echen la mano a la cabeza. No es para asustarse. Es más, es muy justo porque todos los que trabajamos tenemos el derecho a recibir nuestro salario.

Ahora bien, ¿es lícito cobrar por una distro GNU/Linux que se ha basado en otra? Sí, lo es. Como expliqué arriba, si una comunidad en su día creo una distro como Debian bajo la GNU-GPL, eran sabedores que podían tomar el código, copiarla y modificarla pero con la obligación de publicar el código añadido y respetar que continue siendo un software libre que otros puedan ver, copiar, modificar y compartir.

Elive es una distro basada en Debian e hicieron muchas modificaciones. Añadieron módulos para su instalación, un dock, Cairo-Dock, un cuasi entorno de escritorio, Enlightenment el cual se ha personalizado y adaptado y un pack de iconos. Todos los complementos son software libre, no han sido creados por el fundador de Elive, él solo los ha implementado. El creador de esta distro mediante Patreon quiere cobrar por su trabajo. Menudo cara, ¿no? Pues no, no es un cara ni está haciendo nada ilícito ni éticamente reprochable. Legalmente ha tomado de Debian y ha reunido software que es libre al igual que Debian, ha modificado y pretende cobrar por su trabajo. Si la comunidad Debian no quisiese cobrar por su trabajo sería problema de Debian porque puede hacerlo perfectamente. Tenemos que quitarnos el chip de que tomar de una distro para modificarla y querer cobrar por el trabajo, es algo inmoral. No lo es, tanto en cuanto ha modificado y cambiado su interfaz, ha introducido más programas, iconos, herramientas, etc pero sobre todo, ha invertido mucho tiempo. No es lo mismo el caso que, por ejemplo, tomamos una imagen de Debian y la presentamos tal cual sin modificar nada porque queremos cobrar mediante donaciones.. por nada. No es el mismo caso.

Un caso similar ocurre con Elementary OS. Su creador te invita a pagar una cantidad de dinero para seguir con su proyecto. Elementary OS se basa en Ubuntu pero Daniel Foré desarrolló Pantheon, su escritorio y varios programas exclusivos para su distro. Si consideras bueno su producto, tal vez debieras ayudarlo.

Otra distribución, en este caso brasileña, Duzeru, también se sufraga mediante patreon de un modo transparente visible al público. Es una de mis favoritas y tiene su pequeño grupo de desarrolladores.

Otras distribuciones no usan donaciones para la producción y desarrollo del software, simplemente porque son patrocinadas por grandes empresas como Canonical, Red Hat o Novell. Otras incluyen programas -a menudo privativos- para sufragarse. Software como WPS, Vivaldi, Master PDF Editor, Google Chrome, Skype. Como ves, cada cual se busca la vida y a veces acudiendo a la adición de programas cerrados, algo que particularmente no lo veo nada moral ni ético sino una enorme traición al concepto libre de GNU/Linux.

Por cierto, se me pasaba. La GNU-GPL no es barra libre. Si tomas de un código libre y lo modificas, vuelvo a repetir que debes de publicar los cambios. Si no lo haces, quien creó el software que tomaste, te puede denunciar. Y no solamente puede denunciarte el creador de ese programa, debemos denunciarlo todos porque ese, ese sí que es un caradura. No publicar el código en el que has basado tu programa es un delito.

Mi intención con este artículo es que sepas que libre no tiene por qué ser gratis. Que los informáticos comen, trabajan mucho, y encima su salario está muy mal pagado. Antes de que saques conclusiones demasiadas ligeras, quiero que sepas que pido apoyo hacia los desarrolladores, por ellos, no por mi, yo no soy nada de eso, soy un simple bloguero.

Patreon es un modelo de negocio que es lo único que queda para que el trabajo que se toman los desarrolladores tengan su recompensa. Recuerda que es algo voluntario, que no estás obligado a pagar, pero seamos solidarios y si un producto nos gusta, recompensemos con una cantidad de dinero para que la fuerza siga haciendo el bien en un mundo cada vez más oscuro e insolidario.

 

Fuente: maslinux

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