Más o menos por el año 2005 inició la guerra por el dominio de la comunicación a través de mensajes directos. Desde antes del nacimiento de Whatsapp, ya medio mundo prefería escribir mensajes de texto en vez de llamar porque los mensajes tienen ese no sé qué que hace más interesante la plática.

Para el usuario promedio, la liberación vino de la mano de dos ex trabajadores de Yahoo que pensaron en una aplicacion multiplataforma que utilizara el poder de internet para mandar y recibir mensajes e imágenes: Whatsapp. Pero claro, para los usuarios más dedicados, ese tipo de aplicaciones existían desde principios de 1990 (IRC y XMPP), aunque no en los celulares.

No voy a recontar la historia de Whatsapp y el boom de aplicaciones parecidas, sino que basta decir que todas las aplicaciones populares (Telegram, Allo, Wee Chat, Line, Hip Chat, Imo, Viber, Facebook Messenger, y un largo etc.) son un esfuerzo por construir y controlar un monopolio en torno a las comunicaciones. Incluso si la propuesta es libre y abierta, la mayoría de las propuestas utilizan su propio protocolo, lo que hace que solo sea posible comuincarse si se tiene cuenta con ellos independientemente de si el protocolo es libre o no. ¿Por qué es eso peligroso o al menos criticable? Imagina que no puedes llamarle a tu amiga porque no tiene la misma compañía telefónica que tú, o que no puedes escribirle un correo electrónico a tu pareja porque tiene cuenta en un servicio distinto al tuyo. Suena estúpido, ¿no? Pues lo mismo aplica para los mensajes, solo que vemos como natural la incomunicación entre mensajeros porque las compañías se han esforzado por incomunicar (con toda la ironía que eso implica) distintos protocolos para quedar como dueños del monopolio (y cobrar de paso por ello).

Comunicación libre y descentralizada

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El protocolo XMPP tiene ya varias décadas y propone exactamente lo contrario: comunicaciones universales y descentralizdas para todos. No voy a hablar de este protocolo otra vez y de cómo es una oportunidad desaprovechada por la gran mayoría de usuarios. Lo que sí voy a decir es que su gran problema fue (y sigue siendo) su falta de plasticidad y adaptación a las nuevas tendencias y usos de las comunicaciones contemporáneas. Para tratar de remediar esto existe un nuevo protocolo: matrix. Matrix es un estándar abierto para comunicaciones interoperable y descentralizado. Es amigable con tecnologías recientes y, sobre todo, es muy flexible para comunicarse con otros protocolos viejos y nuevos (actualmente es 100% compatible con XMPP e IRC, pero también con Slack, Skype y Lync). La idea es la misma: un estándar que pueda ser implementado por quien sea y que permita la comunicación incluso si tu servidor o servicio es distinto al mío. Ya existen muchos clientes (también abiertos y libres) que permiten conectarse a matrix (el más popular es Riot, desarrollado por el mismo equipo de matrix), y también ya hay varios servidores interoperables que ofrecen la posibilidad de darse de alta para comenzar la comunicación (aunque, de nuevo, el más popular Synapse, de los creadores de matrix).

A la mayoría de la gente no le interesa que algo sea libre ni mucho menos descentralizado, y aun así matrix tiene una oportunidad por la simpleza de uso e interconectividad (como sus puentes con Skype, Slack o Lync), por lo que en el ambiene laboral tiene mucho potencial. Otra gran ventaja es la posibilidad de cifrar la comunicación, aunque esto limitaría la flexibilidad del historial y podría ser contraproducente en un ambiente donde se necesite saber quién dijo qué hace una semana o más.

El mercado de la mensajería “gratuita” parece ser algo sin importancia, pero un ejemplo de que hay mucho dinero de por medio es el de Google, que cada año cambia de estrategia y mata y crea aplicaciones de mensajería con el solo objetivo de volverse el estandarte en comunicaciones, aunque en su historia no ha estado ni cerca. Estemos conscientes o no, vivimos en un mundo con espionaje masivo y discriminado con intenciones comerciales y criminales (o de “seguridad”, como le llaman algunos), por lo que perder la soberanía de nuestras comunicaciones no puede ser una opción. Matrix parece ser un estándar que va en crecimiento y que poco a poco está haciéndose espacio en un mundo de comunicaciones saturado de opciones comerciales.

 

Fuente: desdelinux

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