OpenStage es una distribución basada en Arch Linux con algunas nuevas características que mejoran la experiencia del usuario.
OpenStage apareció por primera aproximadamente el año pasado. Esta última versión, salió en abril con opciones de instalación gráfica y entornos de escritorio preconfigurados. Los entornos soportados son Plasma y XFCE.
OpenStage tiene dos imágenes ISO, una con systemd, rolling, y otra con openRC, semi-rolling.
Los lanzamientos rolling son la norma para las distribuciones de GNU/Linux basadas en Arch. También lo es una alta tasa de complicaciones para instalar y añadir software. Es en la neutralización de este último punto donde OpenStage sobresale.
La mayoría de las distribuciones de Arch Linux son de la vieja escuela en términos de instalación y opciones de configuración. Normalmente permiten grabar el archivo ISO descargado en un DVD o en un USB para usarlo como medio de instalación, y eso es todo.
Las distribuciones basadas en Arch normalmente no arrancan el ordenador en modo demo o en modo de sesión en vivo. Es poco probable que los miembros de la familia Arch Linux no tengan ya un instalador basado en una interfaz gráfica de usuario fácil de usar para reducir el dolor de particionar y configurar manualmente los comandos de instalación.
OpenStage proporciona ambos, más o menos. La instalación de los sistemas Arch Linux suele ser un proceso desalentador para los nuevos usuarios. Calamares es una herramienta de instalación automatizada poderosa con una interfaz gráfica de usuario totalmente funcional. Después de todo, este sigue siendo el mundo Arch.
Encontrarás muchos consejos de instalación con el instalador Calamares. Por cierto, el instalador tiene un buen aspecto. Ha sido algo remodelado desde la última versión y te da a elegir paquetes ofimáticos entre LibreOffice y OnlyOffice.
Lo que es particularmente atractivo en OpenStage es su escritorio. No ha cambiado mucho en esta última versión. En realidad, no ha cambiado nada exceptuando un par de aplicaciones en el dock, que está en la parte superior del escritorio. No obstante, en la edición XFCE, OpenStage usa el dock en la parte inferior y usa Plank, donde en Plasma utiliza Latte-Dock.
Aún así, las diferencias hacen que el uso de esta distribución sea una experiencia más sólida y agradable. Eso dice mucho cuando se habla de un sistema basado en Arch.
OpenStage es uno de los pocos sistemas Arch realmente confiables que hace que empezar a trabajar sea mucho más fácil. Mucho de ese crédito va a las raíces de OpenStage, ya que satisface la idea de usar software libre en lugar de aplicaciones inseguras y cerradas.
Las aplicaciones, hablaríamos largo y tendido sobre la oferta que viene e instala por defecto. Lo único reprochable es que tanto la versión Plasma como la XFCE vienen bastante infladas. Creo que sería un acierto eliminar muchos programas que de hecho, mucha gente no va a usar, como Lftp, examinador de servidores SSH, Qt V4l2, K3B, Atom, Electron. Sin embargo es un buen acierto AUR Browser y Rambox. Es de mención que la tienda de software viene con soporte Flatpak.
Para los amantes de los inits no systemd, OpenStage openRC es una joya. Se inicia desde el GRUB al escritorio en apenas 4 segundos y el sistema va más fluido que la versión systemd. Aconsejo en la edición Plasma que se elimine el gestor de paquetes Octopi y se instale Pamac. Falla menos. Y para finalizar, como buena heredera de Arch, Pacman instala aplicaciones en un abrir y cerrar de ojos.
OpenStage no es un clon de Arch habitual que es usado para promocionar el malware y el software privativo como hacen otras distribuciones de la familia, como Manjaro, EndeavourOS, Arcolinux, enfocadas a ganar dinero. Es un reemplazo muy aconsejable para todas las opciones que ofrece Arch.
Otra característica esencial es cuán estrechamente se adhiere al objetivo de simplicidad de Arch Linux pero sin dar de lado la elegancia y el estilo.
Dije al principio de esta reseña que varios factores hacen que OpenStage sea una mejor opción para usar las distribuciones de GNU/Linux basadas en Arch.
OpenStage podría ser la solución perfecta para obtener lo mejor que Arch Linux ofrece. Es un punto de partida ideal para comenzar a explorar qué hace que las distribuciones basadas en Arch sean diferentes del resto de la tierra de GNU/Linux.
Dependiendo del entorno de escritorio que elijas, Plasma y XFCE son livianos y podrás ejecutar OpenStage en ordenadores con un mínimo de 3 GB o 4 GB de RAM.
Rapidez, eficiencia, software libre, elegancia, no intoxicada con software privativo, española, ¿se puede pedir más?
Fuente: maslinux