Slax es una distribución Linux portátil que se ejecuta desde USB, su objetivo es crear una distribución Linux modular, moderna y ligera que se puede llevar a cualquier parte en una memoria USB. También está basado en Debian, lo que te permite, como usuario, acceder a toneladas de paquetes proporcionados por Debian usando el comando apt.
Slax 9.6 fue lanzado en noviembre pasado. Así que descargamos la última versión y la probamos, nuestra experiencia con ella ha sido genial hasta ahora, ve nuestra reseña a continuación para un tour detallado en Slax.
Slax 9.6 tiene un tamaño de sólo 260 MB, lo que la convierte en una de las distribuciones de Linux más pequeñas del mercado. La descarga en una conexión rápida a Internet no debería durar más de 10 minutos.
Sin embargo, Slax es un poco único en el sentido de que no requiere (y no debería) ser quemado en lápices USB usando programas y métodos tradicionales, sino que debería formatear tu lápiz USB usando el sistema de archivos Ext4, y luego simplemente extraer el contenido del archivo ISO en el lápiz USB. Finalmente, debes ejecutar un script llamado bootinst.bat ubicado en la carpeta /<usb_name>/slax/boot/ para poder configurar el cargador de arranque correctamente.
Mencionamos esta información porque nos llevó un tiempo averiguar por qué Slax no arrancó después de quemarlo con un quemador de imagen ISO tradicional, ¡resulta que necesita un tratamiento especial!
De todos modos, después de arrancar desde el USB, Slax ofrece 3 modos diferentes para ti:
Modo persistente: Mantiene todos los cambios y archivos que se guardan todo el tiempo. Incluso cuando desenchufas/enchufas el lápiz USB una y otra vez, siempre encontrarás las modificaciones y el software que instalaste allí, tal y como lo dejaste.
Modo Fresh: Inicia un nuevo comienzo y borra todos los cambios realizados anteriormente.
Copiar en el modo RAM: A diferencia de los dos modos anteriores, que arrancarán el sistema desde el USB y trabajarán en él, este modo copiará todo el sistema Slax en la memoria RAM, haciéndolo más rápido y fácil de usar. Sin embargo, no podrás guardar los cambios si utilizas este modo (ni tampoco encontrarás los cambios realizados en el modo persistente).
Fuimos con el modo persistente, que es el predeterminado, y llegamos al escritorio gráfico:
Slax Linux 9.6 viene con el gestor de ventanas de Fluxbox por defecto. Esto es para que el sistema sea lo más rápido posible, así como para que el archivo ISO sea lo más pequeño posible. Una de las cosas buenas es que Slax viene con el gestor de red Wicd por defecto, y también incluye controladores de tarjetas inalámbricas. A diferencia de su madre Debian 9, la conexión a Internet en Slax 9.6 puede funcionar fácilmente en pocos segundos:
Slax también viene con el navegador web Chromium por defecto. Esta es una elección extraña, porque Firefox podría haber funcionado mejor en hardware más pequeño y antiguo que Chromium, y también consumiría menos RAM de nuestra experiencia. Sin embargo, la distribución es capaz de hacer todo lo necesario: Navega por la web y haz otras cosas usando el emulador de terminal:
Una de las cosas que no nos gustó, es que la distribución viene con el terminal XTerm. XTerm es difícil de manejar, y no soporta fácilmente copiar y pegar como en el terminal de GNOME, por ejemplo. Hubiera sido mejor si se hubiera instalado otro emulador de terminal por defecto:
Hemos notado en general que la distribución es lenta si se está ejecutando desde USB en lugar de usarla desde la memoria RAM. Esto es de esperar, ya que lo estábamos ejecutando en una memoria USB 2.0, pero si quieres hacer muchas tareas rápidamente, entonces deberías arrancarlo usando el modo “Copiar a RAM”. Era mucho más rápido cuando se ejecutaba desde la RAM. Sólo asegúrate de que tienes suficiente RAM en tu PC, de lo contrario puede que te encuentres con un problema cuando te quedes sin memoria.
No nos gustó el gestor de ventanas de Fluxbox por defecto, así que intentamos instalar LXDE. Simplemente aplicamos el siguiente comando para instalar LXDE y todos sus componentes en Slax:
apt install lxde
Luego, para ejecutar LXDE:
./etc/X11/Xsession
Y tenemos un escritorio LXDE funcionando:
Una de las cosas buenas de Slax, es que los cambios que haces son fácilmente accesibles desde cualquier otro lugar; si arrancas en el sistema original de tu disco duro, y navegas hasta la memoria USB, podrás ver todos tus archivos guardados y las modificaciones que has hecho en el sistema dentro de la carpeta /slax/changes:
El arranque de Slax 9.6 desde el lápiz de memoria USB duró unos 12 segundos:
root@slax:~# systemd-analyze Startup finished in 6.972s (kernel) + 5.684s (userspace) = 12.657s
El consumo de RAM es de unos 250 MB (escritorio vacío):
total used free shared buff/cache available Mem: 3389 245 2380 95 762 2823 Swap: 511 0 511
Slax 9.6 viene con el kernel de Linux 4.9, puedes ver una lista completa en este enlace.
Slax, en este diseño y portabilidad únicos, permite a los usuarios tener una distribución Linux completa en tus bolsillos que también son capaces de personalizar de todas las maneras posibles. Podrías tener tu propio sistema con todos tus archivos especiales, contraseñas, imágenes, programas y todo lo que necesites en cualquier momento. También es posible que crees una nueva imagen ISO de tus propias modificaciones y archivos; por ejemplo, puedes tener varios lápices USB, uno para la universidad, otro para los estudiantes, otro para el trabajo… Y así sucesivamente.
Conclusión
Slax es una distribución Linux muy fácil y personalizable que se ejecuta directamente desde USB. La cantidad de esfuerzo que se puso para hacerlo portátil y modular fue definitivamente enorme. Aunque algunas de las opciones de software por defecto pueden no estar muy consensuadas, la instalación/eliminación de lo que necesite de Slax es muy fácil según tus necesidades.
