Mandriva-Linux-2

Vaya por delante que este artículo es bastante personal. Bueno, mejor digamos que es muy personal pero imagino que más de uno de vosotros se encuentra o se ha encontrado con una situación similar si no la misma.

Estoy obsesionado con GNU/Linux. Sé que es una frase muy repetida y repetitiva de que en GNU/Linux no hay virus. Y no, no los hay o más bien hay mucha teoría de que poder podría haberlos (perdón por el trajín gramático) pero lo que quiero decir es que GNU/Linux es un puto virus en si mismo. ¿No me creéis?

Allá por 1998 ya daba síntomas de estar infectado por esta gravísima enfermedad. Brevemente cuento mi experiencia.

Windows 95. Ese fue mi primer sistema operativo que tuve en ese año 1998. Sí, empecé tarde en el mundo de internet y la informática en general, y lo mismo que soy hipocondríaco jamás imaginé que sería lo mismo.. digitalmente. En efecto, con Windows 95 entraron dos virus en mi PC y en mi persona mismamente porque estaba peor que el ordenador. En serio digo que estaba muy afectado con los virus hasta el punto de no poder dormir y levantarme a menudo a ver si el anti-virus había solucionado los problemas. Y hablamos de Windows 95 porque si llego a conocer los ataques y amenazas de Windows XP seguro que me hubieran tenido que hospitalizar y darme con el desfibrilador.

En esos momentos, un primo (de los buenos, porque hay muchos tipos de primos) me habló de un sistema operativo llamado Red Hat que era “un linux” y que no habían virus ni troyanos, ni espías.. así que me tiré a la piscina sin pensarlo dos veces. En total tuve Windows una pesadilla de tiempo 5 meses que para mi fueron 5 años. Tenía hasta ojeras.

Bueno, instalé Red Hat 5.1 y aunque el aspecto era terrorífico (era como Windows 95 pero pintado a brochazos por un ciego) podía dormir tranquilo. Por cierto, era si no recuerdo mal, la primera versión de KDE y GNOME no había nacido.

El caso es que en aquellos años habían pocas distribuciones GNU/Linux y dada la elevada curva de aprendizaje de Red Hat empecé a buscar nuevas alternativas. Por hacer una reseña, para descargar cosas usaba Mldonkey y para mensajería, AMSN. Ah y olvidarse de repositorios o software pre-compilado o binario: se compilaba a partir de las fuentes. Es decir, te descargabas mldonkey-talversion.tar.bz2, descomprimías, error porque faltaba wxgtk, buscar wxgtk, descargar wxgtk.tar.bz2, error porque falta… así te podías llevar un día con el dialelo porque además había que tener en cuenta una velocidad de internet de 56 kbs.

Llegué en 1999, un año más tarde a Suse 6.0. Fue un respiro al menos en la interfaz de usuario y empezaban a existir paquetes pre-compilados en .rpm aunque en Red Hat ya existían previamente debido principalmente a que ellos inventaron eso de .rpm (Red Hat Packages Management) lo que pasa es que para instalar algo echabas el mismo tiempo que en compilarlo por el tema de las dependencias. Pero Suse empezaba a tener páginas de paquetería, repositorios, y recuerdo con cariño rpmpbone que es el más frecuentaba y aunque a menudo necesitabas dependencias al menos ahí las tenías todas. Es decir, tenías que llenar la carpeta Descargas de paquetes .rpm. Después tocaba lidiar con esos paquetes porque A necesita B y B sin instalar antes C. En fin, quienes conocieron esos años saben de qué hablo.

Que nadie se sorprenda, instalar en GNU/Linux algo era un quebradero de cabeza. ¿Instalar algo hoy? Por favor, la instalación de software en este sistema operativo es tan fácil o más que en Windows. Y en cuanto a seguridad, ni te cuento.

A este punto deseaba llegar por varios motivos. Primero es que encontré la distribución más amigable jamás creada hasta ese momento y bastante más amigable inclusive que Ubuntu cuando apareció más tarde. Hablo de Mandrake.

Mandrake, en efecto, fue lo que más se parece hoy día a una distro moderna. Era usada por mucha gente que estudiaba y no querían usar Windows.

Su interfaz era revolucionaria, se distanciaba del minimalismo y la fealdad idiota de Red Hat/Fedora, tanto sus versiones KDE como GNOME eran deliciosas pero lo más importante estaba bajo el capó. Mandrake, después conocida con Mandriva cuando se fusionó con la distro brasilera Conectiva. Como un enorme punto de reflexión visionario de cómo iban a ser -o deberían- los sistemas operativos más modernos: Drakconf.

Drackconf era el Centro de Control de todo el sistema a nivel gráfico. Desde él podías manejar la paquetería.. ¡sí, por primera vez! Mandrake/Mandriva tenían repositorios de software que gestionaban las dependencias. Eran inestables y las conexiones poco fiables pero a grandes rasgos funcionaba. Pero además Drakconf configuraba el cortafuegos, los usuarios, la red, los puertos, el servidor web.. era tremendo, más o menos que las funciones que hace Yast de Opensuse. Porque se me olvidó citarlo antes, Yast existía en Suse pero era un módulo comercial y de pago.

De hecho, Ubuntu jamás ha tenido la facilidad de uso que tuvo Mandriva. Ni su bonita y trabajada interfaz gráfica de usuario.

Por último, porque esto sería interminable, con los años pude instalar Debian. Le tenía ganas pero ni era fácil ni en los foros te trababan con amabilidad. Comparado con Mandrake, me quedaba con el Mago. Aunque el software de Debian era enorme, no ofrecía ninguna ayuda a los usuarios nuevos. Y teniendo a Mandriva que sí la había, ¿para que usar Debian? Pues creedme, con los años se aprenden muchas cosas. Me sirvió mucho Mandriva pero murió y Debian, con su escalada de aprendizaje difícil, continúa ahí y es la madre/padre del 90% de las distros usadas. A Mandriva le sucedieron unas tantas, como Mageia, PCLinux, Openmandriva, Rosa Linux pero no son rivales para Debian.

debian-xwindow

Debian

Y ya, 1998-2018 han sido 20 años de errores y aciertos, pero más errores que aciertos porque es precisamente por los errores por lo cual he llegado aquí. No, no es que a mi padre se le olvidara el condón, no voy por ese tipo de error, sino que para mi siempre un error se me ha convertido en una meta y superarlo me hace sentir bien. Quizás no sirva para nada pero al menos yo me siento bien cuando supero la meta. Del mismo modo cuando desde este púlpito veo que ayudo a mucha gente también me hace sentir enormemente feliz, claro, no por mi sino por esa gente que necesita ayuda, ya sea por un problema concreto o simplemente para hacer crecer su sapiencia sobre este mundo, y sabes que el conocimiento no tiene límites.Yo me siento satisfecho, muy satisfecho.

Pero no lo he dicho, nunca terminas de aprender GNU/Linux. Jamás, es como un túnel que a medida que avanzas vas conociendo nuevas grutas y en cada una ellas descubrirás cuan apasionante es ir conociendo cada resquicio.

Lo mio es una obsesión, lo entiendo, porque también hay que tener en cuenta que desde que me levanto antes de las 6 de la mañana. A esa hora me pongo a trabajar en el Blog, hasta las 8 preparando las entradas. A las 8,30 llego a la oficina y retomo mi PC con AntergOS.. con turno partido son ya horas utilizando GNU/Linux. No siendo suficiente por la tarde/noche en casa también hecho un rato desentrañando las tripas de Tux. ¿Obsesión? Será, es mi estilo de vida. Pero oye, aún así tengo tiempo para hacer vida social, sobre todo con mi amigo Flequi.

flequi

Flequi

Así, para ir cerrando esta enorme parrafada, decir que después de 20 años con GNU/Linux no solo no he perdido ilusión, todo lo contrario, para mi es un placer levantarme por la mañana y mediante el monitor saludar a los pingüinos que andan detrás ajetreados para que todo funcione, trabajando por un mundo más libre, menos dependiente de las grandes empresas y recordando a los usuarios que sólo ellos pueden y deben de tener el control del código. ¿Y qué es el código? ¿Tú me lo preguntas..?

 

Fuente: maslinux

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