GNU/Linux, 20 años de innovación

Hace unos pocos días que se cumplio los 20 años de que se lanzó la versión 1.0.0 del sistema operativo Linux, lo que permitió a los programadores contar con un núcleo estable y así convertir la idea de Linus Torvalds en una de las piezas fundamentales del desarrollo del cómputo.

El padre de Linux comenzó a diseñarlo a principios de la década de los 90 tomando como base a Unix, un sistema operativo de los años 70, que para muchos era una proeza al ser multiusuario y multiplataforma, sin embargo pertenecía a una empresa que no permitía un mayor desarrollo.

La creación tomó algunos años porque en 1991 fue cuando Torvalds publicó su idea en el grupo de noticias comp.os.minix, en octubre de ese mismo año lanzó la primera versión y no fue sino hasta 1994 cuando se alcanzó la versión 1.0.0.

El hecho de que Linus Torvalds empezara a desarrollar una versión libre de ese Unix, literalmente abrió las puertas a lo que es el software libre, esa es una de las grandes aportaciones”, consideró Fabián Romo, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Un software libre significa que el código fuente que hace funcionar al sistema es público y cualquiera puede modificarlo, lo que genera una enorme flexibilidad sin que esto signifique perder seguridad.

Añadió que otra característica importante del sistema es que logró juntar a una comunidad de programadores y desarrolladores que no sólo se encargan de seguir innovando, sino también de dar soporte de tal manera que habrá Linux para rato.

Ana Franzoni, directora del programa de Ingeniería en Computación del Instituto Tecnológico Autónomo de México, agregó que la mejor herencia que ha tenido Linux, además del código abierto, es que tiene gente comprometida y que si encuentran alguna falla no sólo la reportan, sino puede arreglarla.

Inspirador

Ambos coincidieron en que este sistema operativo no ha sufrido altibajos o decadencia en estas dos décadas porque ha resultado útil particularmente en el ámbito científico y ha inspirado la creación de otros sistemas, tanto para computadoras como para móviles.

Un ejemplo del primer caso es la supercomputadora de la UNAM, que opera con una versión de Linux que pertenece a Red Hat, mientras que otro ejemplo es que la mayoría de los servidores del mundo funcionan también con este código fuente.

Entre los sistemas basados en Linux, que en el argot de programador se conocen como flavors, se encuentran Debian o Fedora para computadoras, y para móviles están Android y Firefox OS, sólo por nombrar algunos.

Sin olvidar que cada uno de esos “sabores” tiene su propio grupo de programadores o comunidades que les dan mantenimiento y han podido compartir experiencias entre ellos.

Aunque Apple ha permitido el desarrollo de muchas aplicaciones, sigue siendo un ambiente controlado. Mientras que Linux permite que el usuario adapte el sistema a sus necesidades y así desarrollar nuevas aplicaciones”, añadió Efrén Páez, analista de Mediatelecom.

Destacó que el uso de los programas libres se ha expandido incluso a la industria de los videojuegos con casos como la empresa Valve, que se ha unido a la Linux Foundation.

¿Lo bonito importa?

Los expertos aseguraron que Linux no gusta a los usuarios comunes porque la interfaz no es “bonita”.

Uno de los retos es la simplificación de las interfaces, mucha gente no lo usa porque en el escritorio no les parece un sistema bonito. Aunque hay dos grupos, los que proponen crear un escritorio más amable y los que se niegan porque es un sistema hecho para científicos”, precisó Romo.

Páez consideró difícil que Linux por sí solo llegue a masificarse porque al ser libre es muy personalizable y además existen variantes como Android o Ubuntu, sin olvidar que hay usuarios que confían en marcas como Microsoft o Apple.

Creo que para el usuario promedio no es la primera opción, pero es popular entre programadores y desarrolladores.”

 

Fuente: excelsior.com.mx | somoslibres

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