Enlightenment E17: un vistazo al iluminado

Hace no mucho tiempo (precisamente el 21 de diciembre), salió a la luz una nueva versión de Enlightenment, E17, o, mejor dicho, la 0.17. Podríamos asumir (o por lo menos así lo he hecho yo la primera vez que escuché sobre este gestor de ventanas) que es un proyecto prácticamente nuevo y en pañales; sin embargo, su versión previa, la E16, se lanzó en el año 2000 y, desde entonces, se viene desarrollando la actual.

Dicho sea de paso, el origen del gestor de ventanas se remonta al año 1997 con su versión 16 (lo que dan 15 años sin un salto importante de versión, algo extenso para los estándares actuales) tiempo antes que GNOME y KDE con sus respectivas primeras versiones. Sin hablar más sobre historia, os contaré cómo ha sido mi primera experiencia con un gestor de ventanas que nunca (ni antes ni ahora) me atrajo visualmente pero que en algún momento debía probar.

En primer lugar, tenía que elegir cómo probarlo, así que tomé dos caminos: usar Bodhi Linux, el cual trae por defecto Enlightenment y, probablemente, muy bien integrado; y Archlinux que, contrariamente, me encontraría con dicho escritorio de manera más cruda, lo que me obligaría a investigarlo un poco más. A partir de lo dicho, comencé mi experimentación. Cabe destacar que, como dice que es un entorno bastante liviano, lo probé todo en una máquina virtual con 512 MB de RAM y 16 MB de video.

Bodhi Linux comienza con una configuración guiada bastante sencilla como para conocer vuestra comodidad de escritorio, como por ejemplo disponer de un panel o no. Inmediatamente de esa breve configuración, ya entramos en un entorno listo para usar. Personalmente, me parece la mejor opción para probar bien de qué se trata. Así de simple, estamos contando con la última versión de Enlightenment. Además, su wiki oficial tiene guías y tutoriales muy explicativos con imágenes sobre las características disponibles.

Enlightenment E17: un vistazo al iluminado

Por otro lado, en Archlinux, si partimos de una instalación de cero, vamos teniendo ciertos problemas a la hora de integrar todas las aplicaciones con el entorno. A diferencia de GNOME, KDE o XFCE, los paquetes de Enlightenment no dependen de librerías gráficas como Qt o GTK. Por lo tanto sucede que las aplicaciones se vean bastante pobres al principio, por lo que es necesario un poco más de trabajo a la hora de la puesta a punto. Podréis ver un ejemplo de lo que digo comparando ambas imágenes (la anterior y la que está a continuación).

Enlightenment E17: un vistazo al iluminado

Ahora sí, en cuanto a Enlightenment en sí, siempre me resultó feo a primera vista. Las capturas que he visto tenían iconos detallados (del tipo realista se podría decir), fondos en gradiente bruscos, todo muy cuadrado pero al mismo tiempo poco minimalista, etc. Sin embargo, la última versión (desconozco que las anteriores también lo hayan traído) tiene un tema default que es la excepción. En fin, pasada la cuota de subjetividad, hay que ver verdaderamente qué es Enlightenment, me refiero a utilizarlo. Primer detalle que noté es la suavidad con la que fluyen las animaciones: la típica de fundido para el inicio del sistema y cierre; animaciones del puntero al hacer click, cambiar el tamaño de la ventana, moverla; y más pero nunca de manera grotesca.

Una vez dentro de Enlightenment, el escritorio puede ser armado de varias maneras a gusto del usuario. En primer lugar, hay que seleccionar los módulos a utilizar. Dato muy importante pues estuve vagando por unos buenos minutos hasta poder cambiar la distribución de teclado e idioma en la configuración y resultaba que ese módulo no estaba cargado. Igualmente resulta ser una característica muy interesante ya que podemos, de esta manera, prescindir de herramientas extra que no nos son útiles.

Luego, sigue con la configuración de contenedores que vendrían a ser lo que en otro entorno se le llaman paneles. Los objetos a insertar suelen estar vinculados a algún módulo, por eso hice mención a ellos. Se pueden posicionar en cualquier borde o esquina, alterar su comportamiento frente a ventanas (que se mantenga por debajo o por encima), tamaño, estilo, ocultar automáticamente, mostrar en algún escritorio virtual determinado e incluso ponerle un nombre para identificarlo. Personalmente, algo que me encanta de Enlightenment es su capacidad de personalizado; me arriesgo a decir que supera ampliamente a KDE en ese aspecto.

Dentro de los contenedores podemos insertar contenido, valga la redundancia. Entre ellos tenemos lo clásico, ya sabéis, relojes, bandeja del sistema, ventanas; y, además, dos propios de Enlightenment que son IBar y Everything. El primero no es más que un barra de aplicaciones y el segundo un lanzador de aplicaciones bastante interesante, se puede decir que es una versión muy minimalista del dash de Unity y sin Amazon ni acceso a internet.

Enlightenment E17: un vistazo al iluminado

Para seguir con módulos y extensiones, también tenemos dos en particular que traen elementos bastante populares de los escritorios. El primero es Engage, que es el clásico dock al estilo de Docky. Parece funcionar muy bien teniendo en cuenta que incluye las clásicas animaciones. Es completamente configurable y se encuentra bajo la categoría Utilidades. Por otro lado, también existe el módulo Mosaico para quienes gustan del estilo de apilamiento de ventanas estilo dwm. Éste último no lo he probado minuciosamente pero parece bastante cómodo de usar aunque no se compara a los gestores de ventanas que se encargan precisamente de eso. Se encuentra en la categoría Núcleo.

Enlightenment E17: un vistazo al iluminado

Luego, le siguen las curiosidades o tonterías que no sirven para nada pero son agradables. Yo no soy muy de ese tipo de cosas pero este no es el caso. Resulta ser unos pingüinos o Lemmings (a elección) que van cayendo de la pantalla en reminiscencia al clásico juego. En Bodhi, aparentemente, ya no viene más por defecto pero es fácilmente instalable con un sudo apt-get install penguins. De ahí, no olvidéis, se carga el módulo y desde el panel de opciones se adapta a los gustos. Simplemente un pequeño ejemplo de una de las pocas extensiones disponibles oficialmente.

Enlightenment E17: un vistazo al iluminado

Ahora, volviendo a aplicaciones útiles, se encuentra lo que podría decirse como la frutilla del postre: Terminology. ¿Una terminal más? No. De hecho, podría merecerse un artículo completo. Incluye unas cuantas características interesantes y la hace bastante atractiva pero al mismo tiempo liviana. Oficialmente, aseguran que en desplazamiento, es diez veces más rápido que Gnome-terminal, más rápido que Xterm y Konsole y tan rápido como URXVT. Y, aún así, es un proyecto joven sin terminar.

Para un repaso de características más profundo (con videos y demás), recomiendo su sitio oficial. Igualmente, si hay cosas para destacar a nivel estético son dos simples detalles: la elegancia de su presentación con buen balance de colores y un cursor que parpadea vistosamente, color de subrayado y selección, todo de manera que sea fácilmente legible; y que la pantalla se pinta de color rojo tras un problema (por ejemplo, tipeamos una palabra y presionamos TAB y no encuentra coincidencias), aunque esto resulta un poco molesto a veces.

Enlightenment E17: un vistazo al iluminado

En cuanto a rendimiento, parece funcionar todo muy bien. Se nota que es un entorno muy pulido y enfocado en los detalles. Siempre se mantuvo consistente en cuanto a la fluidez general de las animaciones y sistema en sí. Un punto interesante que me encontré es con la capacidad de reiniciar el entorno sin cerrar las aplicaciones en ejecución. Resulta ser muy útil ante un cuelgue del mismo o simplemente para actualizar el entorno por completo sin tener que iniciar sesión nuevamente.

No quisiera extenderme mucho más con este artículo pues se podrían decir muchas más cosas sobre este particular gestor de ventanas que es, hoy, más un escritorio completo. Tal vez no sea para todos los gustos pero creo que merece ser probado al menos una vez. Personalmente, a simple vista, me pareció de lo mejor en entornos livianos; posiblemente LXDE sea más ligero todavía, no me puse a compararlos, pero a nivel estética tiene muchos detalles que hasta lo podrían poner en competencia con los más grandes. Aún así, mantengo mi opinión de mi primer párrafo con la diferencia que ahora pude apreciar y comprender las tantas opiniones positivas sobre Enlightenment.

 

Fuente: muylinux

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