Ya sabéis que los editores de texto son herramientas que pueden llegar a ser enormemente poderosas, pero eso también implica cierta dificultad de uso. Y lo demuestra esta gráfica con las curvas de aprendizaje de algunos de ellos.
No podría estar más de acuerdo. Emacs, por cierto, tiene una pinta muy debianita, ¿que no? :)
Fuente: muylinux