DKAU 1 500x281 De KDE 4 a Unity... o algo parecido

Hace unas semanas publicamos De KDE 4 a GNOME 2 en 3 minutos, un artículo con vídeo incluido en el que mostraba cómo configurar KDE al estilo clásico de GNOME. Hoy vamos a hacer algo similar, pero con Unity. En un vistazo, así queda:

Conviene aclarar que en la anterior ocasión fue muy sencillo conseguir el objetivo, y si bien no quedó exactamente igual (solo faltó el menú principal, aunque no es una gran pérdida), las posibilidades eran mucho más potentes gracias a los plasmoides.

Unity es más complejo. Es por ello que no he grabado un vídeo configurando el escritorio, sino el resultado final, que os dejo ver a continuación para luego pasar a una explicación más detallada:

Como veis, no queda muy bien la cosa, hay varios fallos que no se pueden cubrir del todo, bien por falta de plasmoides, bien porque los pequeños detalles de usabilidad del panel de Unity son bastantes exclusivos. (el vídeo tampoco ha quedado muy bien, está lleno de pequeños errores y tropezones, pero más o menos sirve a su cometido). Por ejemplo:

Barra superior

No hay mucho que contar. Se puede reemplazar su utilidad casi por completo, aunque en el vídeo no he usado todos los plasmoides que podría (como un “estante” para incluir las opciones de sistema, o Veromix, lo más parecido que hay al menú de sonido de Ubuntu, desde donde se puede controlar el reproductor de audio). El menú global también es sencillo de conseguir gracias a Bespin y algún añadido más, pero me resulta tan incómodo de utilizar que simplemente paso ;)

Lo único que es imposible conseguir a día de hoy es el famoso Me Menu. No es nada del otro mundo (está muy falto de opciones para mi gusto), pero ahí queda.

Panel

El panel de Unity es el hueso más duro a roer. Personalmente no me gusta su falta de configuración y su imposición lateral, pero dentro de esas restricciones está muy bien planteado. Tampoco voy a explicar ahora las funciones del panel de Unity, sino a lo que KDE no llega, principalmente al “plegado” de iconos. En el panel de KDE, cuantos más se añadan más pequeños se hacen, como ocurre en GNOME Shell; su comportamiento “inteligente” también se echa en falta: en KDE el panel se puede ocultar automáticamente o ser cubierto por las ventanas, y la verdad es que sobra de ese modo, pero no es igual.

En cuanto a los iconos tipo dock, para emular el funcionamiento lo mejor sería hacer uso de un nuevo plasmoide llamado Icon Tasks (el nuevo panel de Mandriva también serviría). Si no se puede, el gestor de tareas de Plasma -desde KDE SC 4.6- tiene una posibilidad similar, pero muy falta de configuración. Hay que atender a cada aplicación por separado para “iconozarla” en el panel, como se puede ver en la siguiente imagen:

DKAU 2 500x281 De KDE 4 a Unity... o algo parecido

Botón derecho sobre el icono de una aplicación abierta

Terminando con este punto, el panel de KDE es más potente y configurable, aunque no se pueden conseguir las pequeñas características de usabilidad citadas, que en un fin hacen del panel de Unity lo que es.

Lanzadores dedicados

Para reemplazar al dash de Ubuntu he usado Takeoff, un plasmoide bastante nuevo y bastante verde, todo sea dicho. No queda igual, y es que si hay algo de lo que se pueden enorgullecer los desarrolladores de Ubuntu es de ese dash, de lo mejorcito de la experiencia Unity (y lo que viene con Oneiric Ocelot promete mucho).

Si no convence Takeoff, se puede optar por KickOff o Lancelot, no queda igual estéticamente, pero las características se consiguen casi todas. Y de nuevo son los usuarios de Mandriva 2011 quienes tienen lo más parecido con su ROSA Launcher, aunque tiene que refinarlo bastante todavía (pero las posibilidades son similares a lo que ofrecerá Ubuntu 11.10, con sus lentes y demás opciones de búsqueda/filtado, que se pueden conseguir desde Dolphin, pero tampoco es lo mismo).

Pasando a los lanzadores dedicados de aplicaciones y lugares, Unity no tiene nada que hacer contra Quick Access en lugares (tampoco el Stackfolder de Mandriva, ya que estamos), y en aplicaciones las posibilidades son tantas que de nuevo carece de importancia hacer una comparación.

Así, en la configuración de KDE 4 al estilo Unity hay varios flecos por cubrir, no se consigue una correcta implementación, especialmente del panel y su comportamiento y no es nada seguro que ésto cambie de aquí a un tiempo ya que Plasma deja opción a la configuración personalizada, más que a una única forma de hacer las cosas, de un modo tan específico.

En mi opinión personal, los puntos fuertes de Unity recaen en su panel  y su lanzador principal, herramientas muy bien planteadas y muy difíciles de imitar (y como digo más arriba, en Oneiric Ocelot van a brillar sobremanera). KDE en cambio te da libertad a placer, y todas las características de Unity se consiguen en este escritorio por separado, excepto el citado Me Menu y el comportamiento del panel.

Aquí termino con este artículo que más que un tutorial es un intento de algo que no sabría definir, así que lo dejaremos como divertimento. Por cierto que en el anterior “capítulo” dije que el próximo escritorio a parecer con KDE sería GNOME 3, pero me he adelantado con Unity, bastante más difícil bajo mi punto de vista. El próximo, pues , GNOME 3. Y el próximo, las posibilidades de KDE 4, porque pueden dar muchísimo de sí las configuraciones de este escritorio, y simplemente compararlas con el resto no es justo (y si se hiciera al revés, imposible).

 

Fuente: muylinux

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