GNOME 3 al poder

Fedora 15, el análisis

Fedora 15 Lovelock es por antonomasia la distribución “más gnomera” del mercado hoy en día. Al menos, si uno se refiere a novedades en un entorno de escritorio que llevaba años intentando renovarse sin encontrar un camino definido. KDE se adelantó: el lanzamiento de KDE 4 puede que fuera prematuro, pero dejó un poco en entredicho la capacidad de mejora de GNOME 2.x, que seguía algo “anclado” en el pasado. Sin embargo surgieron mejoras visuales importantes en distintos apartados de GNOME 2 que hacían de él un entorno cada vez más cómodo para los usuarios, de modo que muchos usuarios se planteaban -y se siguen planteando- la necesidad de un nuevo paradigma.

Pues bien, queramos o no, GNOME 3 ha llegado con su nuevo paradigma. GNOME Shell es su carta de presentación, un “shell” o interfaz de escritorio que ha llegado casi al mismo tiempo que el polémico Unity y que al igual que aquel revoluciona muchas de las ideas preconcebidas en entornos clásicos. Adiós a los botones de minimizar y maximizar, adiós al botón derecho en el escritorio, adiós a la barra de tareas, y desde luego adiós a los menús clásicos.

Fedora 15, el análisis

El resultado de la integración de GNOME 3 en Fedora 15 es, a pesar de todo ello, sorprendentemente eficaz. Si le habéis dado una oportunidad -como yo he hecho- sabréis de lo que hablo. Sí, hay cosas que mejorar. Sí, hay elementos que sobran y otros que faltan. Pero a GNOME 3 se le ve prometedor. Apunta maneras.

De hecho, en MuyLinux no queremos hacer demasiado hincapié en el análisis de GNOME 3 como desarrollo independiente: tendremos un análisis separado para eso pronto -en el que la idea será compararlo con Unity- por lo que en esta ocasión nos centraremos en el papel de GNOME 3 en Fedora 15 y como los desarrolladores de esta distribución han resuelto la papeleta.

Fedora 15, el análisis

Y desde luego, lo han hecho sorprendentemente bien. Sobre todo porque nada más aparecer Fedora 15 comenzaron a hacerse más y más populares las extensiones y trucos para GNOME 3. Las herramientas para tunearlo ligeramente (gnome-tweak-tools), las extensiones que podemos instalar desde el apartado Añadir/Quitar software (gnome-shell-extensions) o los temas que nos permiten modificar su aspecto permiten solventar algunas de las críticas que se le hacían a este entorno de escritorio y a su interfaz, GNOME Shell.

Por ejemplo, con ese tipo de trucos vuelven los botones de minimizar y maximizar -algo que también podéis hacer con GNOME Tweak Tool- pero también podemos establecer un Dock permanente (que no se oculte) en la parte derecha de la pantalla o cambiar las tipografías y los temas GTK y de iconos. Puede que GNOME 3 llegara algo capado, pero estas ayudas -y solo son el principio- demuestran que la configurabilidad de GNOME 3, que perdía muchos enteros frente a la de GNOME 2.x, comienza a dar alegrías.

Fedora 15, el análisis

Por lo demás, el funcionamiento del entorno es fantástico. Hay ideas brillantes en el menú de actividades, y otras no tan brillantes (¿Por qué la caja de búsqueda está tan lejos?), pero la integración del efecto Aero Snap (arrastrar las ventanas a los márgenes izquierdo, derecho y superior para colocarlas a mitad de pantalla o a pantalla completa) y el área de notificación con su cada vez mayor potencia gracias a las extensiones (en WebUpd8 han dedicado un buen esfuerzo a ir hablando de las mejores) hacen que de nuevo nos encontremos ante un desarrollo prometedor.

Creedme: si no habéis probado GNOME 3, es el momento de hacerlo. Y con la mente abierta. Tiene muy, muy buena pinta, incluso para los que renegábamos de nuevos planteamientos por estar “tan a gustito” con GNOME 2.x.

 

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