Canonical “toma posiciones contra las imágenes no oficiales de Ubuntu“, anuncia Mark Shuttleworth en Insights Ubuntu. La compañía no va a tolerar que ningún proveedor se salte las reglas y están listos para tomar medidas legales que acaben con tal práctica.

Shuttleworth se refiere a un caso en concreto con un proveedor de servicios cloud europeo del que no da más señas, pero que según el fundador de Canonical estaría dañando la imagen de la empresa al ofrecer el sistema sin su debida certificación. Y, tras meses de evasivas, han dicho basta.

Explica Shuttleworth que Canonical trabaja directamente con los principales proveedores de servicios para que Ubuntu esté disponible en las mejores condiciones posibles, esto es, de manera oficial y con todas las garantías de seguridad, rendimiento y estabilidad a las que los usuarios están acostumbrados. Y recuerda que Ubuntu es el líder en el segmento cloud, el único sistema gratuito con soporte comercial y certificación gubernamental.

A lo largo de su andadura comercial, sin embargo, han sido varios los proveedores que han ofrecido un Ubuntu que no era tal, pues alteraban características del mismo que afectaban a los apartados comentados, seguridad, rendimiento y estabilidad, pero también a los créditos de los propios desarrolladores. Así se explican las certificaciones oficiales, de obligado cumplimiento para cualquier vendedor que quiera distribuir Ubuntu bajo ese nombre.

He oído suficientes promesas huecas de vendedores (“confía en que podemos hacerlo muy bien”) para saber que, sin este programa, sería un lío total allá afuera“, señala Shuttleworth. “Dudo que esta compañía hubiera hecho eso con RHEL o Windows, y la comunidad de Ubuntu merece el mismo respeto por su producto, sus derechos y su reputación“, añade.

Con más detalle, cualquier imagen de instalación que haga uso de la marca Ubuntu debe estar certificada por Canonical. De no estarlo, el distribuidor tiene la obligación eliminar todo rastro de ella, incluyendo binarios, lo que puede suponer la compilación de paquetes a partir del código fuente. Una labor que no muchas organizaciones están preparadas para realizar y a cuya cláusula ya tuvo que someterse en el pasado, por ejemplo, Linux Mint, no sin desaires.

Todo sucede, además, en la misma semana en la que sacan pecho por su implementación de Kubernetes y anuncian alianza con Docker y Amazon Web Services. Y es que Canonical y Ubuntu juegan en la primera liga de la nube, segmento de negocio al alza donde los haya y posible salvavidas de una empresa que lo sigue intentando en el sector consumo, sin obtener los frutos que está consiguiendo en el profesional.

 

Fuente: muylinux

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