No hace mucho publiqué en este mismo blog un tutorial sobre la compresión/descompresión de ficheros en Linux. Y para complementario, vamos a incluir este nuevo post sobre el comando znew, un comando que quizás no sea demasiado conocido pero que permite recomprimir los ficheros que tengamos comprimidos con extensión .z a .gz de una forma sencilla y rápida, sin necesidad de descomprimirlos y volverlos a comprimir en el nuevo formato, ahorrandonos un paso y tiempo valioso que podemos dedicar a algo más productivo…
El comando znew ya viene incluido en la mayoría de distribuciones más conocidas, por lo que no tendrás que instalarlo. Yo lo he probado en varias distros y en todas ellas venía preinstalado. No obstante, si encuentra que en tu distro no está instalado, especialmente en aquellas como Arch y otras que no incluyen paquetes preinstalados, podrás instalarlo fácilmente usando el gestor de paquetes de tu distro. Así que en el peor de los casos te tocará ejecutar un comando para instalarlo.
La forma de usarlo general es ejecutando el comando seguido de la/s opciones y el nombre del fichero que queremos recomprimir, es decir:
znew [-opciones] [nombre_fichero.z]
Puedes ver todas las opciones e información usando el manual:
man znew
Bien, y la forma de uso es muy sencilla. Si tienes un fichero .z y lo quieres reconvertir a .gz, no tendrás que descomprimir primero el .z y luego comprimir con otra tool el fichero o ficheros descomprimidos en formato .gz, sino que directamente puedes pasar de uno a otro con una sola orden:
znew mi_archivo.z
Esto generará un mi_archivo.gz de salida. Si ya existiese un fichero .gz con ese mismo nombre en el mismo directorio en el que se está trabajando, se pedirá confirmación para sustituirlo. No obstante, puedes usar la opción -f para que lo haga sí o sí, sin preguntar, pero debes saber que el anterior .gz será sustituido. Y ya sabes, si quieres que se muestren detalles, puedes usar la opción -v. Por ejemplo:
znew -vf mi_archivo.z
Debes saber que existen más funciones, pero quizás estas sean las más cotidianas…
Fuente: desdelinux
