KernelPanic

Evidentemente, “de según como se mire”. Pau Donés dixit

Una de las grandes dudas a las que se enfrenta un usuario de GNU/Linux es la elección de distro. Y no es que haya pocas, la verdad. Aunque una gran mayoría usamos distros más o menos grandes, el menú completo de platos de GNU sobre lecho de kernel Linux es variado y en algunas ocasiones agotador. Y cada distro cuenta con sus seguidores, más o menos fanáticos, que nos desgranan las grandes ventajas de usar su elección frente a otra cualquiera. En el chat de Telegram del blog, sin ir más lejos, es habitual la discusión de si una u otra distro es mejor. Una discusión eterna que suele acabar en archeros contra el resto, no me preguntéis por qué.

Y uno de los apartados más críticos (quizás el que más) es la estabilidad de la distro. Y aquí he oído de todas las opiniones. Este artículo nace de hecho de una conversación reciente en el grupo sobre si las derivadas de derivadas son más o menos inestables. Y aquí a mí se me ocurrió un contraejemplo. Contrastemos Linux Mint con Elementary OS.

Ambas son distros derivadas de derivadas, en este caso de Debian pasando por Ubuntu. Ambas son proyectos ya consolidados, con una amplia base de usuarios y las opciones principales (en Elementary la única) son escritorios propios. Es más, ambos escritorios (Cinnamon y Phanteon para los despistados) son Shells funcionando sobre Gnome. Y ambas siguen un calendario de publicación similar. Sin embargo, Elementary OS suele arrastrar una fama de inestable que no tiene de forma homogénea Linux Mint.

La razón para mí es clara. Los equipos mantenedores son distintos y tienen distintas prioridades. Elementary tiene el foco puesto en la estética, la continuidad del sistema y la homogeneidad. Lo llevan a extremos de realizar forks o encargarse de proyectos que entren directamente en su patrón estético. Mint, sin embargo, tiene el foco en la facilidad de uso y en la estabilidad del sistema, mientras la estética está en segundo plano (podréis decir muchas cosas de Mint, pero de serie bonita bonita no suele ser). ¿Es Elementary peor que Mint? Honestamente, no lo creo, ni tampoco creo que sea al contrario. Simplemente tienen enfoques distintos y apuntan a usuarios distintos al final.

En mi experiencia, ni siquiera el modelo de desarrollo/lanzamiento tiene relevancia en la estabilidad. Después de haber usado Debian en sus tres ramas, Ubuntu, Kubuntu, Manjaro y Antergos, he llegado a la conclusión de que más nuevo no significa siempre inestable, que probado no significa libre de errores y que cuando un paquete funciona mal, lo importante es que el mantenedor sepa lo que hace. Nunca he tenido un fallo grave en Manjaro, y el que tuve relativamente profundo en Antergos se solucionó en menos de un día. En Debian, me vi obligado a usar Jessie cuando aún era la rama Testing, porque la versión de Wheezy de Gnome era dolorosa. En Kubuntu duré una semana harto de su versión temprana de Plasma 5, mientras que en Manjaro fue mucho mejor.

Así que si queréis una distro estable, apostad sobre todo por los proyectos grandes, o por aquellos respaldados por gente de prestigio (por ejemplo KDE Neon, que está encabezado por el antiguo líder de Kubuntu Jonathan Riddell). Sobre todo, apostad por una comunidad dinámica y entregada a su distro. No siempre va a funcionar todo a la primera, de ahí que sea necesario un buen equipo detrás para corregir los errores a tiempo. Y si véis uno, reportadlo. Es una de las mejores formas de empezar a contribuir a una comunidad que nos ha dado mucho.

 

Fuente: lignux

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