Luego de darle “vueltas al asunto” sobre instalar y probar el fork de Wine, Wine Staging, finalmente me he decidido a probarlo para tener una opinión con base sobre esta aplicación que promete.
Wine Staging es un fork de la popular aplicación Wine la cuál se caracteriza por incluir por defecto, características y funcionalidades cuya finalidad es ofrecer una experiencia Out-The-Box de cara tanto al desarrollador como al usuario final al momento de usarlo.
Su instalación es relativamente sencilla ya que se debe configurar por terminal antes de poderse usar, el primer paso es configurar el archivo .bashrc para que luego las aplicaciones se ejecuten en el entorno de 32 bits de Wine colocando de primero, el parámetro export WINEARCH=win32
El siguiente paso es instalar la PPA para agregar Wine Staging a nuestro repositorio de Ubuntu y poder obviamente instalarlo (si usas otra distribución Linux, deberás seguir los pasos que se indican en su sitio oficial) :
sudo add-apt-repository ppa:pipelight/stable sudo apt-get update sudo apt-get install –install-recommends wine-staging
Luego de la instalación, es recomendable instalar el paquete complementario Staging compat el cuál añadirá soporte para los enlaces simbólicos al hacer instalaciones de programas mediante Wine Staging:
sudo apt-get install wine-staging-compat
Una vez hecho esto, nos restaría solo configurar el entorno de Wine para que podamos realizar instalaciones mediante su uso, para ello vía terminal colocamos: /opt/wine-staging/bin/wineboot, esto nos descargara el paquete Mono, muy recomendable cuando se realizan instalaciones de programas que requieran de .Net Framework, luego de la instalación (que a mi en lo personal me fallo una vez, en pocas palabras, tuve que descargarlo dos veces) procedemos a configurar el entorno de Wine Staging mediante el comando /opt/wine-staging/bin/winecfg, una vez hecho esto ya tendremos completamente operativo Wine Staging.
Para instalar programas es muy sencillo, pues simplemente le das click derecho al ejecutable del instalador, selecciona Abrir con otra aplicación y luego buscas Wine Installer, el resto se hará tal cuál como en Windows!
Conclusiones
Si bien, con Wine Staging no hace falta recurrir a la instalación de Directx (la pesadilla en Wine ya que en muchas ocasiones este se instalaba mal) pues como en su misma web indica, este fork incluye por defecto componentes como: d3dx9, CUDA / PhysX / NVENC (solo para tarjetas gráficas NVIDIA), .NET CLI, soporte para la compresión de texturas S3 y soporte para Windows ACL entre otras novedades mas por lo que mejora sin duda la experiencia de uso en cuanto a la instalación de programas, hay que mencionar que aun arrastra muchos problemas de Wine, tal es el caso de los efectos de lagrimeos, la poca optimización de gráficos cuando se deben manejar muchos elementos a la vez (ejemplo cuando juegas al FIFA y se aglomeran muchos jugadores) y algo que en realidad es la que considero la peor falla de todas (y que obviamente, Wine también lo tiene), el que en algunas ocasiones no puede ejecutar un programa a la resolución óptima que se tiene configurado en el sistema y este se abre con resoluciones totalmente desproporcionadas, teniendo uno que tumbar el entorno gráfico mediante Ctrl Alt F1 y reiniciando el lightdm, pues no solo la resolución de la aplicación falla sino también rompe la resolución del escritorio en sí.
Aún así, Wine Staging tiene mucho futuro por el camino que va, pues como se dijo al inicio, ofrece en realidad una buena experiencia de uso Out-The-box en cuanto a la instalación de programas, aunque no esté muy optimizado que se diga para juegos.
Fuente: libuntu
