Puede que haya quien piense que con la tendencia actual a usar reproductores de música en streaming como Spotify, Grooveshark o Atraci no tiene mucho sentido elegir un reproductor de música local. Bueno, podéis llamarme romántico, pero a mí todavía me gusta tener un buen reproductor con el que poder escuchar mi colección local, y que, además, me permita gestionar mi biblioteca multimedia, subir mis estadísticas de reproducción a Last.fm o consultar la letra de una canción en tiempo real.
Estas son unas de las características que hacen de los reproductores de música para Linux algo tan especial, y seguramente habrá muchos que todavía echarán mano de reproductores de música para el 90% de sus necesidades auditivas diarias. Para vosotros traemos esta lista, que incluye los que, según mi criterio, son los mejores ejemplos de lo que un reproductor de música para Linux debería ser.
Amarok
Arrancamos con el que, para mí, es el mejor de los reproductores. Es también el más pesado de todos, ya que con la cantidad de dependencias de KDE que tiene que descargar (si no estamos usando un entorno KDE) se pone en casi 250 MB de instalación. Además, tampoco es el que mejor se porte con el rendimiento de la CPU, ya que casi siempre que lo ejecutamos la sitúa en torno al 10-15% de uso.
¿Qué es lo que obtenemos a cambio? Bueno, pues a cambio tenemos un reproductor estable, robusto y atractivo con muchos extras. Las principales áreas de expansión de Amarok son los plugins, scripts y applets. Los plugins tienen soporte para iPod, dispositivos MTP, USB y UPnP, además de soporte para sitios de Internet como Last.fm o Jamendo. Además, podemos consultar las letras de las canciones en tiempo real, así como información del artista en Wikipedia, tablaturas de guitarra, artistas similares y hasta próximos conciertos. También soporta la edición de etiquetas ID3. Una joya, en definitiva.
Nightingale
Seguimos con un gran reproductor del que os hablamos hace poco. Nightingale es el heredero del ya desaparecido Songbird, y reproduce audio, vídeo y cuenta con su propio navegador web. Casi nada. Y además no sólo es exclusivo para Linux, ya que es multiplataforma.
Nightingale es uno de esos reproductores que cuentan con un soporte masivo por parte de la comunidad detrás. Está escrito basándose en el entorno XULRunner de Mozilla y soporta integración con Last.fm, Soundcloud, amén de reproducir toda una serie de archivos de audio en formatos comprimidos y lossless.
Clementine
Para mi gusto es el segundo mejor reproductor de la lista. Se trata de un fork de Amarok, sólo que sólo tiene que descargar unas pocas dependencias Qt y se porta mejor con el rendimiento de la CPU que su antecesor. Por lo demás, cuenta con las mismas funciones que Amarok y con las mismas integraciones con dispositivos y sitios web, entre las que se añade Soundcloud y Groovehark, aunque para este último hay que tener una cuenta Grooveshark Anywhere de pago.
Rhythmbox
Otro reproductor del que os hablamos hace poco tiempo. Muchos seguramente lo reconoceréis por ser el reproductor por defecto de Ubuntu, y es una gran elección. Como ya os detallamos, hay diversos paquetes de plugins que hacen de Rhythmbox uno de los reproductores más potentes de los existentes para Linux.
Rhythmbox tiene soporte para iPod, dispositivos MTP, Last.fm, consulta de letras en tiempo real y descarga de las portadas de los álbumes, además de compresión de CDs aunque sólo sea en formatos libres. Es una de las mejores elecciones que se pueden encontrar en el campo de la reproducción de música en Linux, y con los paquetes de plugins una de las más completas.
Beatbox
Puede que no sea de los más conocidos, pero desde luego hay que tenerlo en cuenta. Es un reproductor simple con una interfaz limpia y algunos extras interesantes como integración con Last.fm, streaming desde URLs, letras en tiempo real y soporte para dispositivos USB e iPods.
Es uno de los que mejor se comportan con los recursos, ya que se sitúa en un consumo cercano a los 50 MB de RAM después de una buena hora de reproducción. Tira muy poco de CPU y no pesa más de 6,5 MB. Es ligero, estable, ofrece una buena cantidad de funciones y es gentil con los recursos.
Y hasta aquí nuestra lista de los que nosotros consideramos los mejores reproductores de música para Linux. ¿Usas alguno de los que aparecen aquí? ¿Cuál? Y si no lo haces, ¿cuál es tu opción preferida? Déjanos tu opinión en los comentarios.
Fuente: artescritorio
