ordenadores mountain

Cuando el Graphite 30 cayó en mis manos, mi principal interés en el primer contacto no fue comprobar qué iba bien y qué no, aunque parezca extraño, sino ver cómo se montaban en Mountain la “preinstalación” de Ubuntu. ¿Valía la pena pagar 30 euros? La respuesta la tuve clara a los poco minutos: no, en la mayoría de los casos.

Así, cuando redacté mis primeras impresiones sobre el Graphite 30 y Ubuntu 14.04, pasé por encima de este asunto, prometiendo retomarlo más adelante y aquí estoy.

Ahora mismo, tras la renovación de la web de Mountain y la redefinición de su catálogo, todas las instalaciones son gratis, tanto para sistemas Windows -la licencia la siguen cobrando, evidentemente- como para Linux en la forma de Ubuntu. Pero se trata de una promoción que solo durará este mes; después volverán a realizar un cargo de 29,95 euros por instalación… de Windows. Hasta nueva orden y por iniciativa de Mountain, no cobrarán más las instalaciones de Ubuntu. ¿Por qué?

Como digo, la iniciativa salió de Mountain, se nos adelantaron, porque la recomendación de nuestra parte en ese sentido era ineludible y rotunda: Ubuntu es un sistema operativo gratuito cuya instalación en cualquiera de las máquinas de Mountain no se demora más de 15-20 minutos. No puedes cobrar por eso, a no ser que te lo curres bien, y no es el caso (ojo, hablo desde la perspectiva de cliente, no del técnico que se tira media hora instalando y actualizando un sistema).

Mountain tampoco miente: una instalación básica es lo que ofrecen, una instalación básica es lo que me encontré. No entrecomillo el término “preinstalación” sin razón, porque aunque todos entendemos qué significa, lo de Mountain, hasta ahora, no es una preinstalación como corresponde, sino una instalación básica.

En resumen, Mountain instala Ubuntu como lo haría cualquier usuario, creando una cuenta principal con unas credenciales -nombre de usuario y contraseña- de lo más impersonales: “usuario – usuario”. Mi gozo en un pozo. Por lo menos, me sirvió para detectar rápidamente todos los cambios realizados por la persona que instaló el sistema, antes de crear mi propia cuenta de usuario. Dejando a un lado este sinsabor, descubrí cosas buenas y no tan buenas.

Lo mejor de la instalación de Mountain es que los discos habían sido particionados correctamente y Ubuntu 14.04 había sido actualizado dos días antes de recibir el equipo, con el consiguiente ahorro de tiempo.

Por contra, el soporte de idiomas y el controlador privativo de Nvidia no estaban instalados, y la partición del disco duro secundario mantenía permisos de root. Nada que no se puede arreglar en un par de minutos, siempre que sepas cómo hacerlo. Pero no es suficiente.

Total, que la instalación de Ubuntu en ordenadores Mountain me supo a poco, y solo la recomendaría al perfil de usuario que lo quiere casi todo hecho. Ahora, además, es gratuita, por lo que si la distro elegida es Ubuntu, parte del proceso te lo ahorras.

Sin embargo, en el panorama Linux de escritorio somos muchos los usuarios que preferimos tomar el camino de Juan Palomo, el de yo me lo guiso, yo me lo como, muy especialmente cuando éste no pasa por Ubuntu, sino por cualquier otra distribución. Visto así, que Mountain ofrezca sus equipos sin sistema operativo les da un plus, qué duda cabe (este sería un buen debate para otro día: ¿es preferible poder elegir sistema operativo a la hora de comprar un PC, o es preferible poder comprarlo sin sistema? Porque las dos cosas es demasiado pedir si atendemos al ingente número de distribuciones existentes).

Con todo, y esto es lo verdaderamente relevante, Mountain prepara cambios de calado para con su instalación de Ubuntu, a la que podremos llamar preinstalación con todas las letras de aquí a poco. No solo eso: su intención es la de rectificar en todo lo que fallan y mejorar todo lo que se pueda. Una intención loable que todavía está por materializarse y de cuyos resultados os mantendremos informados en estas páginas.

Porque, veréis, esta zona Mountain no es solo un escaparate, que también. Detrás del telón, en MuyLinux estamos asesorando y colaborando con Mountain para conseguir la mejor experiencia posible para quien elija alguno de sus equipos con Ubuntu, así que ya veremos qué sorpresas nos traen los próximos meses. Por el momento os podemos adelantar una pequeña primicia: siguiendo nuestro consejo, Mountain instalará únicamente versiones LTS de Ubuntu a partir de ahora; se acabaron las intermedias. Es el primer paso de una larga caminata, pero con un paso se empieza.

¿Y qué pasa con quienes se compraron un Mountain ayer, la semana pasada, el mes pasado, o quienes se lo compren la semana que viene o la siguiente? A esas personas les echaremos un cable aquí, en MuyLinux, explicando bien cómo instalar y configurar Ubuntu en una serie de tutoriales para novatos y no tan novatos que servirán tanto al que tenga un Mountain como al que no, e incluso a quien no utilice Ubuntu, porque a pesar de la fragmentación de la que se habla, afortunadamente, GNU/Linux no deja de ser GNU/Linux.

 

Fuente: muylinux

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