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Los que ya me conocen, saben de sobras que hace mucho tiempo fui un defensor acérrimo de Gnome, pero un dia, los desarrolladores de dicho escritorio se les fue la cabeza y violaron literalmente a uno de los mejores escritorios libres que tiene GNU/Linux. Con este tema entre manos, decidí hacer un cambio de 180 grados y pasarme al lado oscuro: KDE. Recuerdo que era bastante hater (bueno, en general lo sigo siendo) y odiaba mucho KDE, pero hubo cambios importantes y acabé por enamorarme. Me enamoré de lo que odiaba. Así es la vida.

Llevo ya unos meses con lo nuevo de KDE, el llamado KDE Plasma o KDE 5. Al principio estaba muy emocionado, me moría de ganas de probar la nueva versión de KDE y descubrir todo lo nuevo que traía. ¡Qué decepción!

Al principio todo iba como la seda, me daba cuenta de que faltaban cosas, pero una voz interna decía “Intenta ser comprensivo, está en pleno desarrollo, pronto te sentirás mejor” pero nada. He acabado por matar esa voz interior.

En primera instancia le faltan un porrón de configuraciones. La configuración de estética es complicada (vale, me acabé adaptando) pero no podia instalar nada. No encontraba temas para el nuevo gestor de login, porque por lo visto han matado a KDM. En KDE 4 podía configurar que las particiones se montaran automáticamente, en KDE Plasma eso ya no está. Tenía que modificar el fichero /etc/fstab (hacía años que no tocaba ese fichero para montar particiones).

La gestión de energia venía activado por defecto EN MI PC DE SOBREMESA. ¿Hola? De verdad cuesta tanto detectar que no es un portátil? Bien, lo desactivaba. Reiniciaba. Volvia a activarse. Total, cada vez que iniciaba el sistema tenía que desactivarlo. Rollo. En la configuración del sistema tampoco había el icono para compartir directorios por SMB, ale, a modificar ficheros como hace 10 años.

De un dia para el otro mi PC no se apagaba. Tenía que ejecutar manualmente “poweroff” para que se apagara, porque por lo visto, cuando des de el menú le decía “apagar” se quedaba la pantalla negra y allí se quedaba.

I para colmo, y seguramente esto no sea culpa de KDE, Firefox se vuelve loco y deja de mostrar titulos y textos en muchas webs a las que visito. Tras intentar solucionar el problema, decido que KDE Plasma aún está muy joven para ser un escritorio por defecto y decido volver atrás, reinstalar el sistema y utiltizar Kubuntu 14.04 con KDE 4.13.

 

Fuente: portallinux

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