Hablando de openSUSE: una experiencia de Linux en la empresa

Me decía  hace unas semana mi compañero Rodolfo de Juana, coordinador editorial de MuyPymes, que volvía a intentarlo con Linux, esta vez, con openSUSE 13.1. Mi respuesta automática fue preguntar cómo le iba, que me contase un poco su experiencia… Y lo ha hecho en abierto, en un artículo titulado Cómo trabajo con Linux en mi empresa cuya lectura os recomiendo, porque es interesante ver cómo un profesional -en este caso, un periodista- especializado en el ámbito tecnológico, pero ajeno en un principio al entorno de GNU/Linux, se adapta al nuevo paradigma.

¿Os lo habéis leído ya? Como veis, la experiencia es por lo general positiva, con algún que otro pero. Por ejemplo, no cabe duda de que LibreOffice va a cumplir con las exigencias de la mayoría de usuarios, como lo van a hacer killer-apps del nivel de Dolphin y Okular, gestor de archivos y visor de documentos de KDE respectivamente. Incluso se pueden sacar conclusiones provechosas de desarrollos prometedores que sin embargo continúan a medio cocer -Calligra, sin ir más lejos-.

Pero también hay durezas a superar, sobre todo cuando se depende de aplicaciones privativas que no tienen una alternativa válida en GNU/Linux. En este caso en particular no hay impedimentos ‘bloqueantes’ tipo Photoshop, AutoCAD u otros programas específicos, y es que en el segmento de la productividad se están imponiendo las aplicaciones web, la nube y demás. Pero si al linuxero corriente le resulta chocante que haya aplicaciones que estén disponibles para unas distribuciones y no para otras, para quien viene de nuevas es aún peor, porque desconoce el entorno.

Seguramente los usuarios más experimentados haríais unas cuantas puntualizaciones al artículo original, porque no hay nada como la experiencia para saber lo que te espera y cómo solucionarlo. De hecho, al final todo depende de la experiencia. En mi opinión, por ejemplo, la gestión de repositorios y paquetes en openSUSE es sencilla y eficiente, y no por ello dejo de quejarme cuando me sigo encontrando versión tras versión con cuatro formas diferentes de instalar y actualizar el software (la crítica no está reñida con el reconocimiento).

Cuando el otro día parafraseaba los anuncios de Chocolates Valor (malpensados…) en el titular de opinión openSUSE 13.1, placer adulto, lo hacía valorando al sistema desde el punto de vista de un usuario tradicional de GNU/Linux y de la distro del camaleón. Y no es lo mismo.

 

Fuente: muylinux

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