Al igual que sucede con el resto de los sistemas operativos que podemos instalar en nuestro PC o dispositivo móvil, el uso de sus correspondientes aplicaciones es clave. Esto es algo que se hace extensible a las distribuciones de Linux como Ubuntu. De entrada, estas cuentan con una barra de tareas o Dock que en la mayoría de los casos nos resultará de enorme utilidad.
Al igual que por ejemplo sucede en el sistema Windows de Microsoft, en las distros de Linux esta barra o Dock juega un papel muy importante. Generalmente aquí es donde situamos las aplicaciones que más vamos a ejecutar y preferimos tenerlo siempre a la vista. De esta manera, estemos trabajando en lo que estemos trabajando dentro del sistema, siempre podremos echar mano de dicha barra.
Este es el comportamiento que por defecto vamos a encontrar cuando instalamos Ubuntu desde cero en nuestro ordenador. Mientras que la barra de Windows suele situarse en la parte inferior de nuestro escritorio, la del sistema de código abierto la vamos a encontrar en el lado izquierdo. Esta posición siempre es algo que vamos a poder personalizar para así adaptar el espacio del escritorio a nuestras necesidades. Pero también es verdad que en determinadas circunstancias este es un elemento que se puede convertir en una molestia.
La principal razón de todo ello es que, como os hemos mencionado antes, esta barra siempre está a la vista, aunque pongamos en ejecución otros programas. Sin embargo, para aprovechar mejor el espacio de las ventanas que abrimos, esto es algo que podemos cambiar. Precisamente de todo ellos hablaremos a continuación.
Haz que la barra de Ubuntu se oculte automáticamente
Seguro que en multitud de ocasiones hemos notado que esta barra de tareas o Dock de Ubuntu porque os comentamos permanece a la vista al abrir aplicaciones. Cierto es que esto nos puede resultar muy útil para tener acceso al resto de software aquí anclado. Sin embargo, debemos reconocer que el elemento mencionado resta espacio a la ventana del programa en ejecución. Además, en determinadas circunstancias se puede dar el caso de que no deseemos que esa barra esté constantemente a la vista, sea por la razón que sea.
Así, esté situada en el lugar donde la tengamos, tenemos la posibilidad de ocultarla siempre que situemos una nueva ventana sobre el escritorio. Con un sencillo cambio que os vamos a mostrar logramos que el Dock se Ubuntu se oculte automáticamente ganando espacio en la ventana que abrimos. Es evidente que cuando volvamos al escritorio volveremos a encontrar la barra de tareas del sistema operativo.
Si queremos beneficiarnos de este cambio en el sistema de código abierto, debemos hacer una modificación en su configuración. Accedemos a la ventana que nos interesa por ejemplo pinchando con el botón derecho en el escritorio, tras lo cual elegimos la opción de Configuración.
En la nueva ventana que aparece nos decantamos por el apartado llamado Apariencia de todos los que aparecen en el panel izquierdo. Aquí nos vamos a encontrar con diversos parámetros para personalizar el aspecto del sistema, incluyendo el selector Ocultar automáticamente el dock, selector que no tenemos más que activar.
A partir de ese instante veremos que las ventanas de las aplicaciones en ejecución será algo mayor, ya que la barra de Ubuntu quedará oculta.
Fuente: softzone
