Xkill, es una de esas utilidades que pasan desapercibidas, pero que en ciertos momentos nos puede resultar muy cómoda a la hora de tener que “matar” esos programas que se quedan congelados y se resisten a cerrarse.
Funciona de la misma forma, que si lo hiciéramos desde la terminal, pero lo simplifica bastante al hacerlo de modo gráfico y en cierta forma es como la función de “Forzar salida” a la que nos tenía acostumbrados GNOME en versiones anteriores.
Su uso es tan sencillo como abrir una terminal y teclear xkill. Acto seguido veremos que el puntero del cursor se transforma en una “X” con la que solo tenemos que señalar el programa rebelde y hacer “clic” para que se cierre automáticamente.
Si aún queréis más comodidad, podéis crearos un lanzador y personalizarlo con el icono que más os guste.
Fuente: linuxzone