Existen distintas maneras de instalar el entorno de escritorio KDE en Ubuntu sin necesidad de añadir ningún repositorio externo. Cada una de esas maneras sirve para un objetivo en concreto dependiendo de nuestras necesidades —por ejemplo, si queremos probar sólo el escritorio o si queremos instalar todo el paquete de aplicaciones que vienen con el entorno—.
Supongamos que sólo deseamos probar el escritorio Plasma, no todo el entorno y sus aplicaciones. Para tal efecto basta con instalar el paquete Plasma Desktop ejecutando en una consola:
sudo apt-get install kde-plasma-desktop
Si deseamos tener además algunas de las aplicaciones básicas (Dolphin, Kate, Konsole, KGet…) tenemos que instalar en cambio el paquete KDE Standard:
sudo apt-get install kde-standard
Y si queremos disfrutar de la experiencia completa, instalamos entonces el paquete KDE Full. Con esta opción obtendremos todas, absolutamente todas las funcionalidades del entorno de escritorio:
sudo apt-get install kde-full
Para los usuarios de Netbooks existe el paquete Plasma Netbook, el cual, como lo indica su nombre, ofrece una versión de KDE optimizada para dichos dispositivos (aunque, todo hay que decirlo, se puede usar perfectamente en ordenadores de escritorio):
sudo apt-get install kde-plasma-netbook
